Toda una vida para decir TE QUIERO. Ochenta años para empezar una historia de amor... Y todo por culpa de un juego... O quizá gracias a un juego. Sophie y Julien han diseñado las reglas del juego. Y serán, de por ida, los árbitros... y, a menudo, las víctimas. ¿Te atreves? Me atrevo. Se atreven a todo, desde lo mejor a lo peor. Ridiculizan los tabúes, se saltan las prohibiciones, se enfrentan a la autoridad, ríen, se hacen daño. Son capaces de todo... excepto de reconocer que se quieren. El juego empieza con un desafío inocente: un desafío para olvidar que mamá está muy enferma... para olvidar que toda la clase la llama polaca guarra. Después de unos cuantos desafíos, el juego se ha convertido en lo más bonito, lo más intenso de la vida de los dos niños. Juegan, se quieren... El juego, el amor... El amor, el juego... Pero es mucho más simple ser sólo amigos. La vida pasa, el juego sigue cada vez más intenso, como la pasión... Y cada vez que contestan Me atrevo están diciendo Te quiero más que a mi vida. ¡Me atrevo!
lunes, 4 de agosto de 2008
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